Sin ánimo de causar molestia, apunto lo siguiente:
Se puede ser católico, perteneciendo a una iglesia para declarar su
universalidad a tono de que es la misma en todos los países. Y también
para que hoy día sea blanco de atención de mucha gente que la
considera una
abominación, representación de atraso, un daño a la moral e
institucionalidad, entre otras cosas, dependiendo desde el punto de
vista en que la observen. Así como mi iglesia es la misma en todas
partes del mundo, también es muy fácil creer que se le puede
dañar de la manera en que muchos creen hacerlo. No estoy justificando
a quienes desde dentro han sido traídos a la luz pública fruto de su
pecado, en el daño causado a otros no solo a los que directamente han
afectado como el caso que planteas hoy día, sino
también a los gremios de personas que le percibían con amor. ¿De
miles de sacerdotes y/o religiosos por qué tanto alboroto con estos
pocos de miles? Ni siquiera se le podría llamar minoría. La
institución más antigua y unida de la humanidad, que ha prevalecido
frente a todas las imperfecciones de sus miembros, ha sido esa misma
a la que tantas veces se le ha señalado y juzgado, como pasa hoy y
seguirá ocurriendo.
Todos en algún momento, dentro de los lugares en los que nos movemos y
habitamos, tenemos nuestras propias situaciones, nuestros propias
tristezas, nuestros propios pecados. Somos tan imperfectos como
cualquier otra
persona que se encuentra a nuestro lado. Una persona que juzga o
murmura, es tan pecador como uno que viola o mata. Por esto, lo ideal
sería, perseverar en la oración personal, de modo que Dios ayude a la
iglesia que necesita de tus oraciones a rebasar sus
conflictos. Es decir, debemos predicar el amor, no la división. Solo
hay que preguntarse, ¿qué haría Jesús?, ¿juzgaría u oraría? Y, la
iglesia más necesitada de oración es en la que tú mismo estas o en la
que no estás, pues, seguro que en todas las iglesias
cristianas existen tales o mas grandes imperfecciones, porque es Dios
no es el débil, sino nosotros los hombres.
Cuando pasan cosas como ha ocurrido en estos últimos tiempos con mi
iglesia, es una excelente oportunidad para que Satanás entre en los
corazones de miles de personas, y aumente vertiginosamente la
murmuración, el odio
y por qué no, la especulación. Es más fácil juzgar por alguien, que
orar por alguien. Estoy plenamente seguro de que lo sabes. Créeme, te
lo digo porque siento más dulce juzgar, que orar. Lo interesante es,
que mi iglesia no va a darse por vencida, porque
nuestra motivación, nuestra raíz va mas allá de nuestras voluntades y
flojas fuerzas humanas, porque nuestra naturaleza como iglesia es
divina. Tenemos y hemos tenido, y seguirán la imperfecciones, no por
el Dios que predicamos y vivimos, sino por nuestros
corazones faltos de Jesús, de Dios. Por eso cada día nos mantendremos
yendo hacia la fuente. Aunque algún día caigamos en el agujero oscuro
del pecado, no nos verás quedarnos en la maldad, porque como iglesia,
estamos claros de que tenemos nuestra mirada puesta
en el padre. Y esto a través de tantas vocaciones de tantas
manifestaciones, de tantas ricas maneras de acercarnos al padre, como,
y por donde nos ha estado llevando Jesús. Es que, digan lo que digan,
no podrán ser suficientemente buenos, para robarle el
testimonio real y verdadero de la experiencia de Jesús, que los otros
millones de católicos (religiosos o no), pero católicos, hemos vivido
y seguiremos experimentado dentro de nuestra iglesia. Nuestra
naturaleza como iglesia es santa y no humana, es por eso
que ha prevalecido y prevalecerá.
La palabra misma te explica, lo siguiente: "no se guíen por sus
obras" Mt 23, 1-12
"Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no has
de ver la viga que está en tu propio ojo". Mt. 7, 3.
"No juzguéis y no serán juzgados"… Lc 6, 37-42.
Créeme, Dios nos sigue amando así de pecadores, tanto a los que han
violado, como a los que juzgamos. Por eso les invito mis hermanos a
que seamos más dados a la oración, con este y cualquier otro caso, no
importa
la denominación.
Con Amor,
Irwin Féliz
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"Levantate y resplandece, que tu luz ha llegado y ¡La gloria del
Señor brilla sobre ti!"
Isaías 60, 1.
"Arise, shine, for your light has come and the glory of the LORD
rises upon you"
Isaiah 60, 1.
Yo lo confirmo!! = )